La mala praxis del abogado en la dirección de un asunto puede no solo provocar daños cuantificables, sino también la pérdida inminente de un juicio. En estos casos, los clientes pueden pedir indemnización, aludiendo a daños y perjuicios por el actuar negligente del profesional. No obstante, esto no es lo único que puedes si te enfrentas a esta situación.

Un abogado tiene la responsabilidad de proporcionar una representación competente a cada cliente, esto significa que debe tener el conocimiento y la pericia legal para representar al cliente en el asunto particular y dedicarse a su preparación legal. Además, debe actuar con diligencia razonable y prontitud en cada caso y ser cuidadoso de no tener conflictos de intereses con el asunto o con los clientes.

Los errores más frecuentes en los que puede incurrir un abogado son el transcurso de los plazos procesales para ejercitar las acciones judiciales procedentes, ejercitar la acción legal a través de un procedimiento inadecuado, no proponer las pruebas correctas o, incluso, desentenderse del caso, entre otros. Y, como cualquier profesional que no cumple lo contratado, el cliente puede demandarlo civilmente por incumplimiento, solicitando eventualmente indemnización de perjuicios. Por otro lado, si es colegiado, se puede denunciar al Colegio de Abogados Regional donde se encuentre afiliado y podrá recibir una sanción ética.

“El cliente contrata al profesional para realizar la gestión, por tanto existe una obligación por parte de él y su incumplimiento le permite al cliente iniciar una acción civil, solicitando además la indemnización que esta gestión negligente le causó”, agrega Felipe Rojas, abogado en F. Rojas y Cía., Abogados.

Category
Tags

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Categorías
Categorías